Healthy smart city panorama

Healthy Smart Cities®

Las Healthy Smart Cities® son ciudades, además de inteligentes, saludables. Es un concepto que va más allá de los criterios de sostenibilidad e innovación, dando prioridad a aquellos factores que inciden en la salud y bienestar de los ciudadanos.

Se trata de un nuevo paradigma que, además de promover un desarrollo sostenible de las urbes, con avances tecnológicos para fomentar el ahorro energético y la eficiencia, buscan mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, preservando su salud y mejorando sus hábitos y calidad de vida.

Las ciudades saludables e inteligentes se enfocan en utilizar tecnologías como el Internet de las Cosas (IoT), la inteligencia artificial (AI), la energía renovable, la movilidad sostenible y la arquitectura saludable y de elección, para mejorar factores tan importantes como la gestión de los residuos, la calidad del aire, el confort acústico, la seguridad, la accesibilidad, los espacios naturales, la eficiencia en el uso de los recursos o la igualdad y la inclusión social.

Bienestar y Salud

Las Healthy Smart Cities® se enfocan no solo en minimizar el impacto medioambiental promover la sostenibilidad de las ciudades, sino también, y fundamentalmente, en mejorar la salud física, mental y social de las personas.

El gran reto que tenemos entre manos es diseñar las ciudades del futuro dando respuesta a todos los problemas que nos plantea la concentración de un gran número de personas como el abastecimiento energético, la gestión de los residuos, el suministro de agua o el abastecimiento de bienes y servicios.

El objetivo es plantear un modelo urbano ambicioso, más allá de la eficiencia y automatización de sus dinámicas. HSC es un modelo de ciudad inteligente y saludable, además de sostenible social, económica y medioambientalmente. Es un lugar propicio para la innovación urbana y para que sus habitantes desarrollen una vida plena.

Propone un cambio de paradigma de calidad en las ciudades. Que sean sostenibles, inteligentes y eficientes energéticamente y que gestionen óptimamente sus residuos no es suficiente.

La ciudad del futuro debe tener como prioridad  preservar la salud de sus habitantes y prevenir enfermedades. Debe debe ser atractiva para los ciudadanos, accesible, segura, inclusiva, inteligente y saludable.

Es un  paradigma poderoso que tiene como prioridad la salud, el bienestar y la seguridad de los ciudadanos. Es lo que denominamos Healthy Smart Cities®.

Imagen de Waterfront Toronto
Imagen de Waterfront Toronto

Estas ciudades no sólo se enfocan en mejorar la vida de sus habitantes, sino que también buscan minimizar su impacto ambiental y promover la sostenibilidad a largo plazo. En otras palabras, las Healthy Smart Cities® buscan equilibrar la calidad de vida de las personas con la protección del medio ambiente.

Cada vez son más las iudades en todo el mundo que adoptan prácticas saludables e inteligentes en el desarrollo de sus planificaciones urbanas y políticas públicas. Estas urbes están demostrando que es posible utilizar las tecnologías innovadoras y las prácticas sostenibles para mejorar la calidad de vida de sus habitantes de manera significativa, pero que, además, urge adoptan otras medidas enfocadas en protegernos de enfermedades y promover hábitos de vida saludables.

¿Por qué incluir las Healthy Smart Cities® en la agenda pública?

 

Estamos ante la necesidad de firmar un nuevo acuerdo social que priorice la salud de los ciudadanos a través de los edificios y ciudades. Eso implica la creación de una agenda donde las instituciones públicas y la sociedad civil encuentren caminos para garantizar unos nuevos mínimos de salubridad de los edificios con la acción combinada de una nueva normativa a desarrollar y los Fondos europeos Next Generation.  Es un buen punto de partida para corregir estas situaciones.

La arquitectura y el urbanismo saludables mejoran la calidad y la esperanza de vida de las personas. Es un enfoque humano pero también estratégico puesto que tiene un claro  retorno para el conjunto de la sociedad. Las personas que viven en ambientes saludables demandan en menor medida el sistema sanitario. 

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